viernes, 22 de mayo de 2009
jueves, 14 de mayo de 2009
Mi abuela
Foto: Salamanca. Mayo 2009
La elegancia del erizo
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZFh3a4PY-JGOJ3Pm2EutbBlAcnZ-wCBdwdFpbc39qlk2i6frBl1cG82HR71g-RTxR5Pfr050X9Lj2RR-EvtSHaqXi_Z0pVAc5tanQT5bKbsQvl4QeM8Ai10-xEdYeu74zwafOyAOK2yH3/s320/la-elegancia-del-erizo.jpg)
Porque con esto lo que me quieren dar a entender es que, a pesar de tenerme entretenida (y engañada) durante casi 300 páginas, haciéndome pensar y creer que se puede ser diferente y brillante aunque el ambiente te sea hostil. Al final lo que me han demostrado es que todo se paga. Y que no, que va, no se puede ser distinta porque al final la furgoneta de la tintoreria en la que se sirvio para disimular su apariencia de erizo, la coloco nuevamente en el lugar del que no debería haber salido. Vaya osadía, pensar que podían ser amigos "e incluso todo lo que queramos"...
Por otro lado, no me ha quedado muy clara la relación entre la portera y la niña. Lo que parecía que iba a ser un nexo de unión más fuerte se limita a un par de ocasiones en las que comparten un té.
Y también hecho de menos una aclaración acerca de la posible relación que existe entre el señor ozu y el director de cine japonés.
Al principio todo se manifiesta con una gran tensión que finaliza con un atropello (sin ton ni son) y una pena infinita que cae sobre todos los protagonistas.
He de decir a modo de disculpa, que no suelo ser tran critica con las obras de los demás (hablo como si yo tuviera una y, no; no es así, pero queda guay) pero es que me ha decepcionado mucho, muchísimo. No os podeis imaginar cuanto.
Lo que en un principio era un himno y una ventana abierta a todos esos erizos que viven escondiendo todas sus virtudes bajo innumerables espinas. Terminó siendo una lección, que, puñetas, ya teníamos bien aprendida.
Y, ahora que me he desahogado.
Pido mil disculpas.
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